Existen muchos países, muchas ciudades que, de manera natural, producen un flujo constante de visitantes que dejan pingües beneficios, llegando a ser, el turismo, uno de los motores de su economía. El análisis del por qué se producen estas corrientes de visitantes resulta ser un tanto complejo, porque intervienen muchos factores como son los sociales, patrimoniales, culturales y geográficos. Dependerá de lo que ese país reúna u ofrezca en su conjunto y de cómo se distribuye en las diferentes localidades. En nuestra ibérica Saduie, el turismo sigue siendo su talón de Aquiles, no acaba de asentarse y el ayuntamiento lo sabe, que ya es algo para empezar a analizar la situación e intentar potenciarlo, si se puede, porque tengo la enorme duda de que todos esos factores que condicionan tener un turismo permanente, en nuestro caso, no se produce. Si echamos la vista al patrimonio arquitectónico, por ejemplo, este estaría a la cola de otras ciudades europeas y españolas. Si hablamos de museos, de nuestra pinacoteca y de la figura de Goya, la competencia con el museo del Prado no tiene parangón. Esto no significa que nuestra ciudad no merezca una visita, desde luego que sí, lo que se ve es que el turista de estancia se mueve por un interés global en cuanto a las posibilidades que se le ofrece, siempre y cuando estemos hablando de visitantes allende de nuestras fronteras autonómicas. Pero si lo que se pretende es potenciar el turismo quedándonos en los límites de la ciudad, eso tiene poco recorrido. Atraer a turistas y no a excursionistas conlleva un esfuerzo conjunto de toda la comunidad y de todos los gobiernos, asumiendo cada uno su cuota de esfuerzo y responsabilidad, trazando un plan global para que el turista encuentre en Aragón el interés que busca.

*Pintora y profesora