Empleo y salarios siguen siendo las obsesiones diarias de buena parte de la población española. Y eso que el verano del 17-A y de la escalada del proceso independentista de Cataluña en su rumbo hacia el 1-O inevitablemente están acaparando la atención global como ciudadanos. Pero el calendario, además de fijar fechas icónicas en mayúsculas, sigue implacable devorando un final de mes tras otro y a ese escenario se enfrentan millones de trabajadores y parados sin que sus condiciones mejoren significativamente pese a la alegría de algunas previsiones. El propio Rajoy aseguraba en la apertura del curso político del PP que el objetivo del Gobierno de alcanzar los 20 millones de ocupados en el 2020 se adelanta al 2019. Mientras tanto, en las secciones de Economía siguen recordando que a pesar de que se han alcanzado -incluso superado— los niveles de renta de antes de la crisis, el peso de las rentas del trabajo en la creación anual de riqueza (PIB) sigue dos puntos por debajo de aquellos niveles. La aportación de la masa salarial en el 2007 representaba el 49% del PIB, ahora el 47%. Sin embargo, las rentas empresariales en el mismo periodo han pasado de suponer el 41% al 43%. Vasos comunicantes de un reparto modificado. Los sindicatos denuncian que el 10% de los trabajadores de menor renta no ingresan más de 330 euros al mes y que casi la mitad de asalariados no alcanza los mil euros. Pero la subida salarial media de los acuerdos colectivos del segundo trimestre respecto del año pasado alcanzó el 3,8%... en Alemania.

*Periodista