Deben ser las altas temperaturas y el solsticio de verano, pero no dejo de pensar en el pasar de la vida. Cómo cambian las cosas en días. Nuevo presidente, distintos ritmos, otros pactos… Ya está fechada la cita con los vascos, después con los catalanes. Tenía que ser ese el orden, pues favor con favor se paga. Todo eso mientras la UE está envuelta en una de sus mayores crisis migratorias de la historia de su existencia y empieza a preocuparse por el devenir de refugiados ávidos de cobijo en territorio UE, pero también, por la plaga de españoles que se instalan en los diferentes niveles del funcionariado europeo. España, Italia y Grecia baten récords, pese a que sean más los candidatos del norte que aprueban las oposiciones. Y es que para ellos no son tan jugosos los salarios ofrecidos en Europa porque en sus países de origen son más atractivos, muy por encima de los más de 4.600 euros al mes para la escala AD5 (el primer estadio de la plantilla técnica) y de 12.500 euros para la AD12 (los de mayor responsabilidad). Un caramelo golosísimo para los mileuristas y parados cualificados de nuestro sur, que matarían por un puesto de trabajo digno. Así que, en 10-15 años, los españoles junto a griegos e italianos, se convertirán en los eurócratas por excelencia, pues en ese tiempo va a ser difícil nombrar un alto cargo que no sea meridional. Olé por la conquista mediterránea de Europa, pero ojito a la fuga de talentos. Enamorémonos de la esencia UE, pero trabajemos por una España con talante y con talento. Todo un reto para el nuevo establisment.

*Periodista y profesora de universidad