Impulsar la rehabilitación y conservación del patrimonio cultural y etnológico de Aragón, material e inmaterial, y adoptar las medidas necesarias para la recuperación del patrimonio emigrado o expoliado, como los bienes depositados en el Museo de Lleida, Diocesano y Comarcal, o el Museo Nacional de Arte de Cataluña, los procedentes del Monasterio de Villanueva de Sijena, la documentación aragonesa existente en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca, en la Biblioteca Nacional, colecciones particulares y otros».

Así reza el punto 29 de nuestro programa electoral de las últimas elecciones autonómicas. En coherencia con este presupuesto, presentamos Chunta Aragonesista en las Cortes de Aragón una Proposición de Ley en relación con la recuperación del Vidal Mayor.

¿Y qué es el Vidal Mayor?, y no es una pregunta retórica, quizá para algunos sí lo sea, puesto que saben que es uno de los textos más capitales de nuestra identidad jurídica y lingüística como aragoneses.

Este texto, lamentablemente, se encuentra en Santa Mónica (California), en el Paul Getty Museum, por una serie de vicisitudes de cambio de su propiedad.

Con esta iniciativa buscábamos, sin duda, conseguir un acuerdo parlamentario con la más amplia mayoría posible, para lograr el respaldo institucional suficiente que le permita al Gobierno de Aragón actuar.

Cuando Jaime I conquistó Mallorca y Valencia, se encontró en el Reino de Aragón un contexto jurídico de cierta inseguridad jurídica; como dice el Proemio de los Fueros: «procedía en tiempos de paz ocuparse de las leyes (…)».

Con este objeto reunió Cortes el rey en 1247, para revisar, seleccionar, corregir, y hacer una recopilación de los fueros vigentes en un mismo volumen -siguiendo la corriente de moda de la época, Codex Justiniano-, para que pudieran regir en todo el reino, en definitiva buscando la «Unidad de Fuero».

La encomienda de la compilación se le hace al Obispo Vidal de Canellas - «savio omne»-, cuyo trabajo acabo siendo el Vidal Mayor. Un ejemplar único de los Fueros de Aragón para el profesor Jesús Delgado.

Un texto representativo, conocido y admirado, no sólo por su contenido jurídico, sino por su expresión lingüística, en aragonés, y por las 156 miniaturas góticas, de tradición francesa según la doctora Lacarra, que ilustran el texto, es un manuscrito en vitela, que contiene 277 folios escritos a dos columnas.

Que el obispo Vidal pusiese los Fueros en lengua aragonesa, supone, según el profesor Frago, que el obispo era consciente del particularismo lingüístico de nuestro reino.

A pesar de su importancia, era desconocido en Aragón, hasta que en 1956, un hispanista sueco, Gunnar Tilander, lo publicó tras una investigación sobre textos de derecho medieval. Su trabajo le llevó a seguir las azarosas peripecias de este texto que fue pasando de mano en mano, desde la familia Franco y López, pasando por Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, para luego acabar definitivamente en California, desde 1983.

En este momento, excepto en situaciones puntuales, solo disponemos un facsímil, gracias al trabajo del profesor Agustín Ubieto, del Vidal Mayor. Por este motivo creíamos que era importante instar al Gobierno de Aragón, en colaboración con el Gobierno de España para realizar todas las gestiones necesarias para que se produzca el retorno del Vidal Mayor, y, mientras tanto, se realice una campaña de difusión de este documento único en nuestra Historia. Que bien un primer episodio de esa difusión, podía ser este artículo.

*Portavoz de Chunta Aragonesista, (CHA) en las Cortes de Aragón.