Todo es presunto, claro, pero varios detenidos fueron enviados por el juez a la cárcel. Los cabecillas de una empresa que, con el bonito nombre de Liga Nacional contra el Cáncer Infantil y utilizando las llamadas telefónicas e incluso el voluntariado en la calle, conseguían que bienintencionados donantes recaudaran unos 5 millones de euros que acababan en los bolsillos de los empresarios que disfrutaban de un elevado nivel de vida incluyendo coches de lujo y visitas a los mejores restaurantes. Todo ello a la vista de todo el mundo, con página web, revistas editadas, venta de productos solidarios y organización de actos con el fin de aumentar la recaudación. Ha sido Aspanoa la asociación que, atenta a lo que se mueve alrededor de la enfermedad que les identifica, el cáncer infantil, detectó las actividades fraudulentas y las denunció. Cáncer e infancia, dos palabras que unidas llaman a la solidaridad. Si añadimos las situaciones de urgencia y las aprovechamos para aumentar la recaudación, negocio casi perfecto. Y leyendo todo esto en EL PERIÓDICO surgen muchas preguntas: ¿cómo es esto posible?, ¿cómo hay gente tan inmoral, dispuesta a hacer negocio a costa del donante ingenuo?, ¿cómo se monta una empresa con decenas de personas de buena fe trabajando en una organización presuntamente criminal? ¿cómo hay tantos donantes confiados que colaboran sin asegurarse de la fiabilidad de quien recauda los fondos? ¿cómo es posible que la estafa se realice durante años sin que en algún lugar se encienda una luz roja? En fin, todo un precedente del que aprender. H *Profesor de universidad