El boom del cava aragonés en estas navidades ha sido tan alto, como publicaba ayer este periódico, que varios organismos, instituciones y empresas se han quedado sin nada. Muchos de ellos, para promocionar nuestros caldos y lejos de cualquier efecto Carod, querían agasajar a sus trabajadores, amigos, proveedores y demás personal con cava de Aragón pero no había tantas botellas como solicitaban. Algunos tuvieron que recurrir al catalán pero en otros lugares de Aragón decidieron comprar, incluso, de países más lejanos.