Las estrellas del deporte mueven tanto dinero e intereses entre sus patrocinadores que cualquier contratiempo es interpretado como si fuera una debacle. Es lo que ocurrió este fin de semana con el italiano Valentino Rossi, quien sufrió una caída en Motorland. Aún no había llegado al Medical Center del circuito que ya se había formado un anillo de aficionados y compañeros que menos llorar, lo sufrían todo. Afortunadamente, solo fue un susto.