Esperanza Aguirre es la ganadora del Partido Popular madrileño. Alberto Ruiz-Gallardón es el perdedor. La política se escribe con ganadores y perdedores. La presidenta de la comunidad madrileña dice ahora que contará en el futuro con el alcalde Ruiz-Gallardón. No deja de ser una manifestación suave, un eufemismo.

Las individualidades críticas no despiertan entusiasmo en los partidos políticos. En ninguno. Contemplar alternativas a lo uniforme no les va. Hoy día el bloque más conservador del PP --todavía anclado en su pasado reciente y sin respuesta diáfana a su ¿inesperado? fracaso electoral-- sufre con sus propios críticos.

Y el alcalde de Madrid está siendo crítico; haciendo con ello chirriar al disco duro de su partido, que antepone la unidad a cualquier tipo de diversificación.

Dice el novelista mejicano Carlos Fuentes algo así como que la ilusión de la unidad recobrada no abre siempre las puertas del paraíso. Claro que la unidad es importante, pero también hay que saber aceptar las diferencias. Y además es preciso renovarse. ¿En qué está pensando el PP?

*Doctor en Medicina y radiólogo