EUROPA ECHA CUENTAS

La Unión Europea empieza a ver los fallos básicos del PHN: chapuza total. Cálculos mal hechos, aprisa y corriendo, inviable económicamente, etc. Una de las líneas de defensa de Aragón, en todos sus frentes contra este disparate, es que las cuentas no salen ni han salido nunca. La nueva cultura del agua es económica, valora la escasez y se opone al despilfarro, a las estimaciones burdas. Europa empieza a echar cuentas con un alarmante retraso sobre la velocidad de crucero del aznarato, que ya ha licitado los tubos y quema sus últimas etapas para extraer votos y dejar firmados los compromisos milmillonarios. Todo este proyecto es una antigualla un anacronismo que hasta en China y en India resulta ya escandaloso. Apostar por el atraso tecnológico es lo peor. Apostar por la inexactitud y la anticiencia. Europa ha sumado y no le salen las cuentas. Si el PP=trasvase no se lleva un susto en Aragón hay que pensar que esos votos apoyan el PHN y, lo que es peor, respaldan la forma tan poco democrática de proyectarlo y ejecutarlo. Aunque hubiera estado bien calculado, bien hecho, lo normal en una democracia hubiera sido pactarlo, negociarlo. Nunca imponerlo. Claro que si se hubiera calculado bien, ya no se hubiera planteado de esta forma. Si a los votantes del PP no les preocupa el plan en si mismo, debería preocuparles al menos la forma en que ha sido impuesto, el modus operandi del "paseo militar". Si el PHN no castiga en votos al PP, si sigue habiendo una gran parte del electorado que bendice ese expolio, incluso ahora que Europa empieza a detectar también los fallos, habrá que dejarlo estar. Si el PP gana en Aragón, aunque sea por un voto, habrá ganado el PHN desde dentro. El informe de la UE no debe servir para que el amplísimo arco de la lucha antitrasvase se relaje, se ablande. Europa es un imponderable. Y lo que mejor va a frenar esta agresión --y este modus operandi despótico-- es la fuerza de los votos. Votar al PP es decir sí al trasvase, y a esa forma tan poco democrática de ejecutarlo.