Se hablará del cambio al siglo XXI como una etapa histórica en la que un continente dado a la guerra, la partición y el desgarro interno, dio un paso para construir una realidad nueva. Cuando ocurren los cambios pueden ser imperceptibles para cada individuo, pero hay un papel que cada uno podemos representar como parte de la voluntad de los pueblos. En El mundo de ayer , Stefan Zweig, el pacifista vienés que soñaba con una nueva cultura europea, escribe "Cada uno de nosotros ha visto su más intima existencia sacudida por unas convulsiones volcánicas que han hecho temblar nuestra tierra europea. Perdí la patria que había elegido mi corazón, Europa, suicidándose en dos guerras fraticidas". Por eso debemos intervenir y votar, cambiando la Europa del mercado por la Europa de la gente, escribiendo una constitución europea democrática, laica y progresista. Podemos también renunciar a ello como algo que no nos atañe, pero Europa es quien toma decisiones fundamentales sobre los derechos esenciales. Zweig escribe: "Se nos ha reservado el privilegio de participar en todo aquello que por lo general ocurre en un solo en país y un siglo". Un viejo sueño que yo no me pienso perder. *Periodista