Los exconsejeros de Plaza Maite Verde y Andrés Cuartero lo resumieron ayer muy bien. "Los consejos se celebraban con el mejor espíritu positivo", dijo una; "en aquellos tiempos todo era estupendo", añadió el otro. Tras declarar ante el juez, estos y todos los demás han quedado tocados --por eso muchos no quisieron ayer ni hablar con la prensa--. Porque da la impresión que iban a las reuniones donde se abordaban inversiones muy importantes con dinero público por mero protocolo y sin interés. Cobraban, pero no sabían casi nada.