La editorial Edaf acaba de traducir al castellano y publicar Vida después de la vida, el legendario libro de Raymond A. Moody que por primera vez recogía con aires científicos las llamadas Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM). Básicamente, aquellas experiencias de accidentados, pacientes o enfermos que, tras una aparente defunción, regresaban del más allá para contarlo.

Los testimonios son abundantes, y muchos de ellos resultan estremecedores.

No son iguales, aunque se parezcan o coincidan en algunos aspectos. Es frecuente, por ejemplo, que las ECM incluyan visiones cenitales en las que la persona en trance de fallecimiento súbitamente abandona el cuerpo y puede verse a sí misma desde un lugar situado por encima de la habitación. Sus percepciones se habrán modificado, aunque siga oyendo las voces de los médicos que opinan o diagnostican junto a su cuerpo, pero asimismo será capaz de percibir otras sombras y voces: las de los muertos, o espíritus, que acuden a buscarle para mitigar su sensación de soledad y trasladarle a un lugar espiritual donde no corre el tiempo, no se perciben los cambios ni el dolor, disfrutándose en todo momento de un uniforme bienestar...

En otras visiones, o ECM, los testimonios hablan de un resplandor,una intensa luz blanca, casi insoportable, en forma de túnel por donde avanzan otros seres con aspecto translúcido.

«Tuve la sensación de que todo era luminoso y bello -afirmaba una señora que empezó a desangrarse durante un parto, haciendo temer a los médicos por su vida-. Cuando el doctor dijo que me había muerto, volví en mí. Me di cuenta de multitudes de personas flotando en el techo de mi habitación. A todos los había conocido en mi vida pasada y ya habían muerto. Reconocí a mi abuela, a una compañera de la escuela y a otros muchos parientes y amigos».

Numerosos testimonios abundan en la sensación de paz experimentada tras una muerte aparente, bien en la cama de un hospital, en la superficie de un lago, o como consecuencia de un accidente de automóvil. Esos difuntos en trance de eternidad atravesaban valles profundos y oscuros, como el que se describe en la Biblia, o entraban y salían de agujeros o cilindros huecos llenos de aire caliente...

Inquietantes reflexiones, en suma, para poner a prueba nuestra capacidad de supervivencia y fe. ¿Verdad, mentira, ilusiones, milagros? Lean a Moody...