Este jueves acudí a la inauguración de la exposición de Bernal, 15 años de monigotero en el Centro Joaquín Roncal. Con motivo de sus 15 años como profesional (como autónomo, vaya, que José Antonio Bernal lleva dibujando desde crío), el Salón del Cómic de Zaragoza le dedica una fantástica exposición. No os la perdáis, está genial. Supone un repaso a toda su trayectoria como dibujante de cómics, ilustrador y humorista gráfico. Se pueden ver numerosos y divertidos ejemplos de su obra en la revista El jueves, poniendo el acento del humor de la actualidad en diversos apartados como sociedad, deporte o política. Maravillosa asimismo la parte dedicada al Real Zaragoza (en esa zona de la exposición en el suelo hay césped artificial, todo un detallazo), con imágenes del gol de Nayim (y la carica que se le quedó al guardameta Seaman) y de la etapa gloriosa del equipo, que la tuvo, aunque ahora con lo que sufrimos desde hace años cueste recordarlo. También fascina sobremanera la zona de Aragón, donde el homenaje a Labordeta destaca especialmente. Por otro lado, se pueden ver bocetos y originales de tebeos como Los Bonilla o Jano in corpore sano y de libros ilustrados como Juan sin móvil o Chico Águila. Cuando en la inauguración Bernal tomó la palabra, nervioso como un flan, empezó los agradecimientos nombrando a la enfermera que le ayudó a nacer, pues al parecer ya desde pequeño tenía la cabeza muy grande. Después, al acordarse el dibujante de los amigos y familiares, se le quebró la voz varias veces, con la emoción a flor de piel, al borde mismo de las lágrimas (estos artistas son unos blandos). Resultó muy emotivo, ciertamente, a la par que divertido. Bernal nos arranca una sonrisa incluso cuando está llorando. Eso es arte.

*Escritor y cuentacuentos