Cualquier cosa que se escriba sobre Cataluña hoy puede quedar desfasada mañana, no obstante veo que todavía nadie hace preguntas con cierta perspectiva. Por ejemplo: los nacionalistas que ahora buscan la independencia ¿nacen así o se hacen? La respuesta es clara: dejando el margen obligado a la libre voluntad humana, los nacionalistas se hacen. Y se hacen al menos por dos medios, creados o impulsados por la Generalitat: por la masiva propaganda por medios pagados o fuertemente subvencionados (TV3, Catalunya Radio, prensa) y por la educación, el sistema más efectivo, mediante el control de los contenidos de los manuales de ciencias sociales e historia, cuya aprobación corresponde en exclusiva a la Consejería de Educación de la Generalitat, una de las más extremadamente independentistas. Esto se refuerza con la creación del Museo de Historia de Cataluña, manipulado, que ven en prácticas unos 200.o0o estudiantes de bachiller catalanes al año. En diez años, son dos millones.

Cuando un estudiante escucha a un profesor tiene un contrato de confianza con él y tiende a dar por buenas sus afirmaciones, y esto es lo que hace que usar la educación para adoctrinar sea algo inmoral y perverso. ¿Y cómo funciona? Pondré un ejemplo sólo, fundamental y significativo, tomado de los dos manuales de Historia de España de 2º de bachiller que toda editorial general está obligada a editar: uno para el resto de España menos Cataluña, otro para Cataluña.

En el que se estudia en toda España menos en Cataluña se afirma que el matrimonio de Isabel y Fernando “supuso la creación de un nuevo Estado que se ha denominado Monarquía Hispanica” (p. 62) y a continuación se desarrolla la idea. El mismo manual en catalán, que se estudia sólo en Cataluña, se afirma (traduzco) que “… la unión dinástica entre Castilla y Aragón … pusieron las bases del gran imperio español de los siglos XVI y XVII” y que “Los reinos de la Corona de Aragón, a pesar de los intentos de unificación, mantuvieron las instituciones y los fueros tradicionales …” (p. 1). Esta afirmación calla la creación del Estado, relaciona el matrimonio sólo con la creación del imperio español y da por sentado que los reinos de Aragón “lograron” el mantenimiento de los fueros. Se omite que se creaba un Estado, en el que Cataluña entró de hecho y derecho, y se manipula el resto: los Estados sólo se creaban por matrimonio o por conquista y desde luego lo habitual era respetar los fueros y privilegios: ni catalanes ni aragoneses ni valencianos tuvieron que defenderse de nada.

Como el resto del manual va acorde con esto, la idea que un estudiante se hace de la historia de España en Cataluña y en el resto de España es totalmente distinta: los estudiantes llegan a adultos y no saben que se ha creado un Estado moderno del que Cataluña es parte, y cuando son adultos no legan a saber cómo se creó España: nadie se lo ha explicado. Y a alguien de esa generación que no ha estudiado historia de España o lo ha hecho sólo al modo nacionalista le parece simplemente inconcebible ser también español. Fuera de Cataluña sólo hay la nada, el vacío. No hay nada en común. En historia hay muchos hechos discutibles, ciertamente, pero no todo es discutible. Esto, desde luego, no lo es.

La historia es materia fundamental para crear valores ciudadanos y si no se enseña de modo mínimamente objetivo, o se enseña una historia de Cataluña opuesta a la de España el estudiante simplemente se lo cree y deja de ser parte de una historia común. Los nacionalistas no nacen, se hacen. Los hace la Generalitat nacionalista. Y PP y PSOE aún no se han dado cuenta de esto.

*Profesor de Historia Moderna (Universidad de Zaragoza)