Más de 26.000 familias de la comunidad, según el Instituto Nacional de Estadística, no pueden permitirse mantener su casa caliente. Forman parte de los afectados por la pobreza energética, con el coste de la luz disparado en un 46% desde el 2008 e inmersos en la crisis que desde entonces azota a miles de ciudadanos. Unos datos y unas consecuencias que se han convertido ya en motivo explícito de movilización, junto al resto de argumentaciones que están aumentando la brecha social hasta límites de pura supervivencia. Legislar a favor de los oligopolios aboca a estas situaciones.