Para muchos, la primavera ha dejado de ser la estación de la alegría y la renovación para convertirse en sinónimo de congestión nasal, picor en la garganta o conjuntivitis. Alredor de unos 50.000 aragoneses padecen una enfermedad alérgica y en plena campaña por la afección de esta patología los expertos aseguran que los casos irán en aumento en el futuro. Sin embargo, en Aragón, con 1,3 millones de habitantes la sanidad dispone de 17 alergólogos, por lo que faltarían 9 para cumplir los requisitos que recomienda la OMS, unas carencias que son comunes a la mayoría de comunidades. Los propios profesionales lamentan la falta de plantillas en los centros sanitarios aragoneses e inciden en la necesidad de dotar de más recursos para disminuir las listas de espera. Al tiempo que reiteran la prevención en dotar de más especialistas cara al futuro ya que, desde que hay registros, (año 1993) este ya se considera el peor, con diferencia. Las alergias se consideran una de las pandemias del siglo XXI. No solo merman la calidad de vida de las personas, sino que causan bajas laborales y escolares. Es un auténtico problema social, que irá creciendo en los próximos años que debe ser afrontado con urgencia, abriendo plazas y dotando a la sanidad pública de los únicos especialistas capaces de tener una visión global sobre la patología. La planificación es prioritaria para encarar el problema.