El Informe Raxen del Movimiento contra la Intolerancia presentado ayer por su presidente, Esteban Ibarra, alerta del crecimiento del discurso del odio y el avance de la xenofobia, aunque reconoce que España se encuentra en mejor situación que otros países europeos y Aragón, aún mejor. Pero no debe ser consuelo. Sigue existiendo miedo a la denuncia por parte de las personas que son objeto de delitos de odio y porque tampoco confían en las instituciones. Hacen falta más campañas contra la intolerancia y severidad por parte de los estamentos con responsabilidad.