La consejera de Educación, Dolores Serrat, afirmó ayer en las Cortes que no tiene constancia de que los centros educativos públicos hayan pedido ayudas a las familias para gastos de mantenimiento. Y que si esto fuera así no se podría permitir. Tiene toda la razón, no se debería permitir, el departamento debería actuar y dotar a los centros de los recursos necesarios. Que no lo pueda confirmar no quiere decir que no exista e incluso parece que es condescendiente si lo que reclaman los colegios solo fuera para material escolar. Como si estos materiales no formaran parte de la actividad educativa. Y aunque la consejera no encuentre los colegios que lo practican, existen. Y no son uno ni dos. Quizá los centros deberían tener el valor de reconocerlo ante la consejería y ponerla en evidencia. No solo salir del paso.