Txiki Benegas se queda fuera de las listas electorales del PSOE. Al menos eso apunta la rumorología con visos de acertar. Los aparatos de los partidos son así, Benegas lo sabe bien porque él ha sido aparato . Pero qué quieren, sorprende la decisión la haya tomado quien la haya tomado, porque el PSOE no anda sobrado en el País Vasco de políticos capaces de sentarse con todos, y cuando digo con todos digo con el resto del espectro político a dialogar. Pero a Benegas le consideran una vieja gloria, y parecen dispuestos a pasar de él, como si estuvieran sobrados de personas de su experiencia y de su peso político.

Prescindir de Benegas, como de otras personas, es un error, uno más. Es necesaria la renovación, sí, pero no a costa de dejarse en la cuneta personas que tienen mucho que aportar. Además, lo de la renovación suele ser más operación de maquillaje que otra cosa, a la vista está. Hay diputados que van a continuar calentando el asiento sencillamente porque pertenecen a familias de dentro del partido, así que lo mismo da que pasen las legislaturas en estado de mudez crónica, o que su aportación política sea escasa; estaban porque tienen un grupo detrás que les apoya, nada más.

Otro caso puede ser el de Rosa Conde, que aunque apoyó a Zapatero en su carrera hacia la secretaría general no tiene padrinos , por tanto es una ficha de la que se puede prescindir fácilmente. En realidad, a Zapatero y los suyos les sobran los veteranos por más que el discurso oficial que hacen sea el contrario. No será hasta la próxima semana cuando los socialistas cierren sus listas de candidatos, hasta entonces puede pasar de todo, es decir que pueden cometer más errores o enmendarlos. Zapatero quiere un grupo parlamentario a su imagen y semejanza por lo que pueda pasar, pero eso no le debería llevar a prescindir de quienes tienen de verdad algo que aportar. Sabe que en sus listas hay morralla, por eso no vale que desde Ferraz digan que dejan gente fuera porque tienen que renovar.