La fiabilidad de la información sobre los medicamentos tiene abierto otro capítulo judicial en Madrid. La multinacional Merck Sharp & Dohme (MSD) ha llevado ante los tribunales al doctor Joan Ramón Laporte, responsable de Farmacología del hospital del Valle de Hebrón, porque ha denunciado los efectos secundarios de dos productos de estos laboratorios. En una revista especializada catalana, Laporte recogió las advertencias que ya había difundido otra publicación de ámbito internacional (The Lancet ) de que dos nuevos productos de MSD, bien indicados como antiinflamatorios, tenían el grave inconveniente de que podían causar infarto de miocardio entre sus consumidores.

El efecto comercial negativo de esas advertencias se ha extendido entre los facultativos, pero solamente en España se ha seguido un procedimiento judicial como el que ha llevado a Laporte ante el juez. Es un caso anómalo, porque han sido muchas las publicaciones científicas que avalan esas precauciones. Pero no es tan extraño si sabemos que en España aún tienen mucho poder algunos laboratorios, que consiguen autorización pública para sus tratamientos sin informar adecuadamente del riesgo que conllevan para los consumidores.