No es habitual que en la gala de los Goya, una comunidad o una ciudad adquieran un acento que destaque, tal como ocurrió la noche del domingo con Aragón y, especialmente, con Zaragoza, sobre los que hubo varias referencias. No pasó desapercibido para, al menos, el presidente y un expresidente de la institución provincial, que llamaron por teléfono a uno de los premiados (Gaizka Urresti) para felicitarle por la consecución del premio gestado en esta tierra.