Se escapara de un circo o fuera criado en cautividad y luego liberado, consciente o inconscientemente, el caso del felino del Manubles debe hacernos reflexionar sobre la necesidad de regular y controlar la tenencia de especies peligrosas. Cuando nos hablan del mejillón cebra o de la tortuga de Florida, no valoramos en profundidad los riesgos que la invasión de estas especies importadas puede tener sobre nuestro ecosistema. Pero cuando, como en el caso del gran felino que anda suelto por la provincia, lo que se puede llegar a poner en riesgo es la propia integridad de las personas, descubrimos que el problema es realmente grave.