Vienen los cabezudos, llegan los gigantes y la procesión. Paz pal Pilar y para el regidor, que a no mucho tardar deberá rendir cuentas. Mientras tanto el proyecto de Presupuestos del Estado, recién corregido a la baja, no permite tirar cohetes. Las fotografías en Madrid son puro espejismo,¡que majicos somos los aragoneses!, siempre en cola del pelotón pero contentos de empujar al líder. ¿Somos conscientes de lo que se nos viene encima? Seguro que no, aunque pronto contaremos con una compañía de honores al servicio del Pignatelli. Se nos rompió el alma con el trasvase y ahora que ya no existe tal reivindicación volvemos a las andada, a la nada pura y dura. Las calles intransitables, las aceras puro peligro, las basuras atufando, la gente cabreada. No es ese el escenario que se espera de un PSOE cuyos votantes trinan y a duras penas defienden el recto proceder de una ideología muy respetada. Vamos camino de nada, más que ayer y menos que mañana. Y nuestros hijos, con rabia en sus entrañas, buscan horizontes lejanos. Nunca nos hemos sentido tan desvalidos y nada como en estos tiempos. Pero estamos de fiesta, pan y circo.

*Profesor de Universidad