Cuarenta años después de la primera Feria Internacional de la Maquinaria Agrícola (FIMA) de Zaragoza el certamen que ayer inauguró Felipe VI es todo un referente mundial de la tecnología 4.0 y un revulsivo económico para Aragón. Por primera vez, en las instalaciones de la Feria de Muestras hay drones, tractores-robot y técnicas de digitalización del campo que marcan la evolución del sector agroalimentario en el mundo, y también del salón más importante que tiene Aragón. Todos estos productos que asientan la revolución tecnológica en el campo se exhiben en Zaragoza en una FIMA que, como dijo ayer el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, está «pletórica». Superadas las crisis, el certamen ha sido capaz de reunir a más de 1.570 marcas de 39 países y por los distintos pabellones hay material valorado en unos 5.000 millones de euros.

Hasta el sábado pasarán por los 161.000 metros cuadrados, distribuidos en once pabellones de de exposición, cerca de 300.000 visitantes de todas las partes del mundo que hacen de Zaragoza el mayor escaparate de la maquinaria agrícola. Los rectores de la Feria, con su presidente Manuel Teruel al frente, son los artífices de este crecimiento, que han sabido transformar FIMA en un certamen más avanzado, con una mayor profesionalización y con una apuesta rotunda por la I+D+i. El secreto es mantenerse cerca de las empresas y saber escucharlas. Y a partir de ahí, vienen las operaciones comerciales.

Pero la FIMA supone también un fuerte impacto económico para el territorio aragonés. Durante estos días, los visitantes dejarán unos 300 millones de euros en la comunidad, una cantidad nada despreciable y que es todo un revulsivo para seguir dando respaldo a esta feria. La hostelería, con hoteles a tope y restaurantes, bares y cafeterías de Zaragoza con un incentivo durante esta semana, es el sector en donde más redundan los beneficios de la feria. Quizás hay que pedir a estos empresarios hosteleros que controlen sus precios para que el tirón del certamen y el éxito de sus negocios estos días no les perjudique en años venideros y no haya un freno en la progresión lógica que debería tener la FIMA. El hecho de que el Rey haya asistido hoy a la inauguración de la edición de este año es todo un respaldo a esta feria a la que se le auguran muchos éxitos si la organización sigue por este camino trazado.