Los sindicatos han iniciado un proceso de movilizaciones en protesta por el calendario escolar que acaba de perfilar el departamento de Educación del Gobierno de Aragón para equilibrar el trabajo y los descansos de los tres trimestres lectivos. Las discrepancias entre docentes y gestores políticos se ciñen a un sólo día de clase, que será recuperable a lo largo del curso. Pero con eso y con todo preparan una contundente respuesta a la administración porque no les gusta la forma en que Educación está reorganizando el curso y tampoco que las vacaciones de Semana Santa se limiten a los siete días de esa semana.

Para los profesores, la preparación del curso escolar no es algo baladí, pues han de ajustar los horarios, repartir las clases, asignar tutorías y organizar los programas y las actividades extraescolares, entre otras actividades de esta complicada puesta a punto que afecta sobremanera a los equipos directivos. Sin embargo, este proceso es cada año el mismo, por lo que adelantar unos días el comienzo del curso y acomodarlo a las necesidades de los padres que no pueden estirar las vacaciones de verano hasta bien entrado septiembre tampoco debería ser mayor problema.