En España, cada uno de los últimos Gobiernos ha promulgado su propia Ley de Educación, que el Gobierno siguiente ha derogado para implantar la suya propia. Y así sucesivamente. Debido todo ello a la politización de los textos respectivos. Esta falta de responsabilidad de la clase dirigente ha causado un retraso vergonzoso en la educación de nuestros muchachos.

Para salir de esta lamentable situación, procede tomar ejemplo de los mejores sistemas educativos de enseñanza secundaria. Para ello, hemos tomado como referencia el meritorio estudio que realizó sobre el tema Carlos Manuel Sánchez, basado en el prestigioso Informe Pisa 2007, examen trianual que valora el aprovechamiento de los alumnos de enseñanza secundaria de 57 países en lo referente a Ciencia, matemáticas y comprensión lectora.

Finlandia es el país que ocupa los primeros lugares en estas tres disciplinas. España se sitúa en el furgón de cola de las mismas. Puntos claves de la enseñanza secundaria finlandesa:

El Gobierno finlandés invierte una sustanciosa parte de su presupuesto en educación. Se basa siempre en la Cultura del esfuerzo personal.

La de profesor de secundaria es una de las carreras de mayor prestigio y sueldo del país. Las pruebas para alcanzar el título son durísimas. La sociedad rinde respeto reverencial hacia los que lo logran.

Los libros y la enseñanza son gratuitos. En las clases hay un ordenador cada dos alumnos, un televisor con pantalla grande de plasma, acuario de 200 litros con peces de colores, y aire acondicionado. Las aulas especializadas cuentan con cocina, máquina de coser, aparato de soldar, herramientas de carpintería, etc. Películas y series inglesas se proyectan en idioma original con subtítulos. Las clases no superan los 45 minutos, con recreo obligatorio al aire libre. Cada Escuela dispone de servicios médico, psicológico y odontológico.

La ratio no puede superar los 24 alumnos por aula. Dato muy importante: el 75% de las materias de estudio son comunes a todas las regiones del país.

Cuando el alumno tiene problemas, se le asigna un profesor de apoyo, que le da clases complementarias. Si no aprueba, tiene que quedarse una hora más en clase y estudiar intensivamente en verano.

Los puentes se recuperan alargando las horas de clase, saliendo por tanto algo más tarde durante unos días.

Los escolares finlandeses tienen muchos deberes para casa, que deben de hacer antes de ir a dormir.

La comida la paga cada municipio. El menú es gratuito, abundante en ensaladas y fruta; se bebe agua y leche.

El objetivo de este decálogo es que los muchachos finlandeses puedan vivir independientes a los 18 años.

Sin embargo, resulta obligado señalar que Finlandia también se enfrenta a graves problemas, tales como el elevado consumo de alcohol por los jóvenes en sus casas, la muy alta tasa de depresiones, y que 21 de cada 100.000 muchachos se suicidan (en España, 6).

La incidencia de la actual pandemia global no sabemos hasta qué punto afectará a nuestro sistema educativo. De momento, se trata de resolver los graves problemas que afectan al inicio del Curso.