Este país nórdico ha sido noticia recientemente. Cuenta con una primera ministra, Sanna Marin, que reúne algunas características que la han hecho saltar a las primeras páginas de muchos diarios en todo el mundo. En primer lugar, es mujer, lo que por aquellos lares no es novedad, pero sí lo es por el sur, por los países mediterráneos, donde no hemos visto a ninguna ocupando esa magistratura. En segundo lugar, es joven, mucho, siendo el titular en algunos periódicos ese, el de ser la persona de menor edad en esas fechas con tanta responsabilidad (aunque en breve lo será el austríaco Sebastian Kurz). En tercer lugar, se destaca su capacidad de haber formado un Gobierno de coalición entre cinco partidos, algo muy poco usual. También hemos sabido que los cinco partidos de este Gobierno están liderados por mujeres, lo que podría ser calificado como muy poco común.

Este Gobierno nace al haber perdido el anterior, presidido también por un socialdemócrata, Antti Rinne, la confianza del Parlamento. Su principal apoyo, el Partido de Centro (liberal), se lo retiró, obligándole a dimitir. Este sustento centrista que sostenía al Ejecutivo lo era exclusivamente al primer ministro saliente ya que nuevamente forma parte del Gobierno, ahora presidido por la señora Marin. Los otros tres partidos de la coalición gubernamental son Los Verdes, Alianza de Izquierdas y el Partido Popular Sueco (una rareza formada por una minoría lingüística de habla materna no finesa). La mayoría parlamentaria de la coalición es cómoda, 117 escaños sobre un total de 200.

En España sabemos, la mayoría, poco de los habitantes de este país, muy extenso para su escasa población, menos de seis millones, un desierto demográfico en casi todo él. Formó parte de Suecia y de Rusia, siendo independiente desde 1917, tras la revolución bolchevique. Su primera Constitución es de 1919 y la actual es muy reciente, de 1999. Como el mundo de las telecomunicaciones y de la informática es hoy tan potente, bastantes personas identifican Finlandia con Nokia, una importantísima multinacional nacida en ese país.

A mí, por razones obvias, me interesa mucho de los fineses su sistema educativo, considerado como uno, si no el mejor, de los más avanzados del mundo. Creo que viene al caso que recuerde una anécdota que ha contado Felipe González. En una de sus visitas oficiales a ese país le pusieron como traductora a una joven diplomática que le contó a nuestro presidente que había elegido esa carrera porque en la selectividad universitaria no había obtenido nota suficiente para elegir los estudios que hubiese deseado: Magisterio. Los alumnos más capaces eligen allí dedicarse a la enseñanza. Sin duda esa es una de las razones de la bondad del sistema. En España dudo que más de un 10% de los estudiantes prefirieran ser maestros a diplomáticos. La enseñanza es obligatoria hasta los 16 años, siempre en centros públicos, laica y gratuita (incluso transporte, comida y libros), con aulas en torno a los 20 alumnos y con profesores de apoyo suficientes para quienes los precisen. Y no hay repeticiones de curso.

Soy de los que piensan que la educación, entendiendo por tal la que se recibe en centros docentes, es básica para la formación de todos nosotros. Pero no estoy de acuerdo con la idea de que es lo más importante. La familia, el entorno social, los medios económicos, las amistades, los videojuegos y la televisión, los móviles, todo influye en el resultado final. Y digo esto porque si la educación fuese lo más importante, en Finlandia serían unos ciudadanos ejemplares, y no es así.

En ese país hay unas tasas de criminalidad altas, muy altas si las comparamos con las españolas. En temas tan sensibles como la violencia de género, sus cifras son mucho peores que las nuestras. ¿Y en política? Pues tampoco en esto son ejemplares ya que hay un partido político, el de los Verdaderos Finlandeses, que lleva unos años recibiendo en torno al 20% de los votos, y que es de ultraderecha, con planteamientos que rozan el fascismo.

Nacido en 1995, ha ido aumentando su representación en el Parlamento hasta llegar a los 39 escaños actuales, siendo el segundo partido. Su líder actual, Timo Soini, es muy carismático y responsable del auge que viene experimentando esa formación en los últimos años. Si tenemos en cuenta que es un país con un potentísimo estado de bienestar y con una economía muy fuerte, ¿cómo es posible que exista la ultraderecha? ¿Puede el fascismo arraigar en un país con una educación modélica?

La mejor educación del mundo no es suficiente. Finlandeses muy bien formados son capaces de odiar al extranjero, a los homosexuales, a las feministas. ¿Saber Lengua o Matemáticas lo es todo? A lo mejor se están olvidando de la formación en valores.

*Militar, profesor universitario y escritor