El fiscal jefe de Huesca, Juan Baratech, intervino ayer en la residencia de Binéfar para garantizar que varios ancianos que dieron positivo en coronavirus, aunque permanecían asintomáticos, fueran trasladados al hospital de Barbastro y al centro de Yéqueda. Lo hizo a requerimiento del abogado del centro y ante las dificultades que planteaba Sanidad para su evacuación. Teniendo en cuenta la alta tasa de letalidad en los geriátricos, y que estos no pueden derivar a sus residentes sino que tiene que ordenarlo un médico del sistema de salud, fue, y posiblemente lo será de ahora en adelante, una buena decisión pedir auxilio judicial. Pero, vistos los estragos que estaba haciendo el coronavirus en estos centros de toda España, la Fiscalía General del Estado quizás debería haber tomado la iniciativa antes y, haber emitido una orden para actuar de oficio. Aunque nunca es tarde.