A finales de julio la gran noticia para la provincia de Teruel era que se había aprobado el reparto del Fondo de Inversiones (Fite) de 2018 y que el Gobierno del Estado quiere adelantar la firma del Fite a principios de ejercicio para agilizarlo.

Todo esto hay que contextualizarlo. En España hemos asistido a una situación insólita desde 1978, una moción de censura ha conseguido vencer y sacar al gobierno anterior. No vamos a entrar en más cuestiones acerca de esto, excepto decir que esta acción fue un ejercicio de decencia democrática, se trataba de sacar del gobierno a un partido que la Audiencia Nacional considera «beneficiario a título lucrativo» en el caso Gürtel.

Es decir, en el mejor de los casos, quedando solo un par de años de legislatura, hay un abrupto cambio de gobierno. Es lógico que quien entra ahora, un partido que tiene un apoyo parlamentario exiguo, necesite marcar territorio y vender el poco tiempo que le quede. En este contexto preelectoral para lo autonómico y municipal, se comprende que anuncie que la próxima firma del Fite será a principios de 2019, las elecciones serán a final de mayo, necesita hacerlo así para tener cierta rentabilidad. No obstante, también es verdad que es una vieja demanda de todos los proyectos que necesitan financiación de Fite, si no, los plazos de ejecución y justificación de los proyectos acaban amontonándose y muchas veces hay que acabar renunciando a esos fondos.

Centrémonos ya en los problemas endémicos del Fite:

1. Un fondo especial que acaba ocupándose de infraestructuras básicas. Este es uno de los problemas de partida. Este fondo nació como una herramienta excepcional para dinamizar una provincia muy despoblada, muy envejecida y con una economía en retroceso. Sin embargo, ha acabado paliando carencias imprescindibles que deberían ir a cargo de presupuesto ordinario, presupuesto ordinario del Gobierno de España y/o del Gobierno de Aragón. Nos cansa ver que con la excusa del Fite, hay inversiones para infraestructuras básicas que no nos llegan por el presupuesto ordinario y se van a otras zonas. Evidentemente, las carreteras, las depuradoras, los hospitales, los conservatorios, etc..., se necesitan, son infraestructuras básicas, pero deberían ir a presupuestos ordinarios, no de Fite. Por eso, resulta inquietante ver como el presidente de la Diputación de Teruel se queja de que en el Fite echa falta dinero para carreteras. Es evidente que falta dinero para carreteras, pero las carreteras no deberían formar parte de los objetivos del Fite. El presidente debería preocuparse de que el fondo se destine a objetivos que permitan creación de empleo y economía. Las carreteras deben mejorarse con cargo a fondos ordinarios, no extraordinarios.

También resulta discutible, por ejemplo, que el Palacio de Justicia de Teruel se arregle con cargo a Fite dentro del apartado de inversión en materia de vivienda, arquitectura, rehabilitación y restauración del patrimonio de interés arquitectónico. Igual que llevamos camino de que el Fite sea el recurso que financie el Hospital de Teruel. Que, en fin, mejor que lleguen fondos para que se hagan estas infraestructuras imprescindibles, pero, insistimos, no debería ser con cargo a Fite.

2. Los proyectos estratégicos son el objetivo natural del Fite, o deberían serlo. No obstante, estos proyectos estratégicos deben diseñarse para que necesiten inyección de recursos en los primeros tiempos, quizá un apoyo que vaya yendo a menos conforme el proyecto va desarrollándose, apoyos puntuales para necesidades puntuales, pero finalmente tiene que poder funcionar de manera mínimamente autónoma. No puede ser que buena parte del dinero del Fite, año tras año, se destine a algún proyecto que se convierte en un absoluto saco sin fondo. Que todos los años más de 8 millones se destinen a Motorland, sin visos de que en un futuro próximo aquello pueda desarrollarse de forma mínimamente autónoma, es como mínimo, cuestionable.

¿De verdad se puede considerar la Baja Aragón un proyecto estratégico y singular? Es un evento que dura un fin de semana y que no crea empleo estable, ni proyectos estables. ¿De verdad es merecedor de recursos por considerarse un proyecto estratégico?

Por otro lado, ¿cómo es posible que una infraestructura cultural como es el futuro museo de la Guerra Civil que puede dinamizar, no solo Teruel, sino buena parte de la provincia, que sí es claramente un proyecto estratégico, solo tenga una dotación para este año de 200.000 €? Pensábamos que el compromiso del gobierno de Aragón era mayor con este proyecto.

3. El amplio concepto de infraestructuras municipales (7.300.000) es lo que quizá crea más la sensación en los pueblos de la provincia de que están sometidos a una suerte de lotería. Los criterios suelen ser un tanto difusos. Desde Ganar Teruel hemos denunciado con frecuencia el reparto del Fite por localidades. Además en esta ocasión se aplicaron criterios de valoración que llevaron a que se beneficiaran más municipios más grandes de la provincia que municipios más pequeños. ¿Será por la proximidad de las elecciones municipales?

*Diputada y diputado por Ganar Teruel en la Diputación Provincial de Teruel