Si se usa el coche y se frecuentan las carreteras, tanto estatales como autonómicas, no hace falta ser muy lince para percatarse de que el firme no es lo que era. Lo denuncian las asociaciones de automovilistas, de transportistas y víctimas como Stop Accidentes, pero no. El mal estado de las vías, deficiente en algunos casos, no influye en el repunte de los accidentes de tráfico a nivel estatal y autonómico. El Ministerio de Fomento niega la mayor y esgrime datos que apuntan a un incremento (36%) en la inversión para mantenimiento de la red estatal, mientras el dinero destinado a la red autonómica se ha triplicado en tres años. Puede que el estado de las vías no sea determinante en el repunte de accidentes, pero si coadyuvante. Solo hay que circular por ellas para ver que, cuando menos, la inversión es insuficiente.