El inicio del trámite del Ministerio de Fomento para que la AP-2 sea autovía en el 2021 es una noticia para aplaudir. Por fin, la seguridad vial que ofrece una infraestructura de esas características evitará los continuos siniestros que se producen en la N-II entre Alfajarín y Fraga, sin desdoblar, con un fuerte tráfico de camiones. Ya no tiene sentido el desdoblamiento si se rescata la concesión de la autopista. Ahora solo cabe esperar que se cumplan los plazos y sea una realidad.