Tanto que presume el Ministerio de Fomento de hacer cosas en Aragón, y el Gobierno regional --y el PP--, de conseguir que las haga, tarda mucho en ceder dos viales que son urbanos y claves para la ciudad de Zaragoza: las avenidas de Cataluña (Eloy Suárez tenía la solución pero no llega) y de Navarra. Son dos calles de la capital desde hace tiempo, aunque oficialmente sean carreteras, y están totalmente obsoletas, pese a su uso, porque al Gobierno de Rajoy no le da la gana transferirlas al municipio. Tendrían que explicarlo a los vecinos.