El programa Comidas Solidarias, puesto en marcha por el Ayuntamiento de Zaragoza con la colaboración de la Federación de Hosteleros de Zaragoza se puede considerar un fracaso. Se reservaron 100.000 euros para hacer frente a la iniciativa que consistía en que los parados de larga duración podían acceder a un menú por tres euros (el consistorio abonaba otros seis y el resto el hostelero), pero finalmente solo se han gastado 4.800, porque el servicio lo han utilizado 800 personas cuando se preveía más de 15.000 usuarios. Deben revisarse las fórmulas, la voluntariedad no ha funcionado.