Hace solo tres días de la reunión en Zaragoza de representantes de los gobiernos regionales de Aragón y Aquitania y centrales de España y Francia. El encuentro pretendía avanzar en el impulso a la línea ferroviaria de Canfranc (ya se vio con qué resultado de prioridades), pero también estaba legitimado el encuentro para hablar de la necesidad de despejar el tramo carretero francés sobre el que cayeron algunas rocas y que impide el uso del túnel de Somport desde el pasado fin de semana. Se dieron buenas palabras y se dijo que se estudiaría el asunto. Una vez estudiado ya han dado fecha, se abrirá el día 20. Dos semanas para resolver un problema que afecta al transporte y la circulación de vehículos. El argumento es la seguridad, faltaría más, tiene que haberla; pero también voluntad y da la impresión de que Francia no la tiene.