Si existieran las medallas a la paciencia infinita habría que ir pensando en concederle una al consejero Alfredo Boné. Ayer la mereció con creces en la clausura de un foro sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible en el que participó junto con la ministra Elvira Rodríguez y el secretario de Aguas, Pascual Fernández. Después compartió mesa y mantel con ambos y con el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, quien presentó a la ministra y profetizó que el trasvase del Ebro será "el hito ambiental del país". Boné tragó agua.