El Gobierno quiere que el ferrocarril sea en el futuro el eje central de las comunicaciones españolas, y prevé que hasta el 2020 se inviertan más de 100.000 millones de euros en multiplicar por 10 las líneas de alta velocidad. El Plan de Infraestructuras redactado por el Ministerio de Fomento propone que 42 de cada 100 euros que se gasten en los próximos años sea en ferrocarriles. También, del total presupuestado, 241.392 millones, un 25 % será para autovías o autopistas de peaje.

El plan, que debe negociarse con las autonomías y el sector privado --aportador de parte de la financiación--, es una importante iniciativa económica, tomada sin retraso en la primera legislatura de Rodríguez Zapatero. La opción es clara: transporte público, de calidad y vertebrador de un modelo de comunicaciones que ya no sea sólo radial, como lo prueba la inversión que se va a hacer para reforzar el eje económico que constituye el arco mediterráneo de Algeciras a Figueres. El principal reto será cómo compatibilizar tecnológicamente la alta velocidad de los trenes de pasajeros con los de mercancías si se utilizan los mismos trazados. Es un problema que no han podido resolver hasta hoy otros países de la UE y que se debe enfocar y explicar cuanto antes.