Basándose en la última encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), según la cual una mayoría absoluta de los españoles considera que la Monarquía está "un poco superada", pero al mismo tiempo una mayoría relativa considera que la institución es una "garantía de orden y estabilidad", el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung sostenía el pasado día 2 que "el futuro profesional" del príncipe Felipe de Borbón "parece asegurado".

Pero ¿realmente está asegurado "el futuro profesional" del heredero de la Corona cuando una gran parte de los españoles piensan que la Monarquía esta ya superada y esos mismo españoles son los que aceptan la Monarquía en tanto la encarna don Juan Carlos, que ha sabido ganarse el trono por su protagonismo en la transición política y, sobre todo, por su papel en el fracaso del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981?

CON LA BODAdel Príncipe con doña Letizia Ortiz Rocasolano se abre una nueva etapa en la vida del heredero de la Corona. Una nueva etapa que debe ir acompañada de nuevas obligaciones y que, además, debería servir para acercar más a la opinión pública nacional la personalidad de don Felipe de Borbón, probablemente el Príncipe heredero mejor preparado de todas las monarquías europeas.

En la actualidad, el Príncipe tiene su secretaría, que depende de la Jefatura de la Casa Real, y sus funciones están tan desdibujadas que parecen reducidas a las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos. El próximo 15 de agosto asistirá a la toma de posesión del presidente de la República Dominicana y el 1 de septiembre estará en Panamá como representante de la Jefatura de Estado.

Es verdad que don Felipe tiene audiencias, la mayoría de ellas privadas que no trascienden, que suele visitar periódicamente las distintas comunidades autónomas y que representa a su padre en numerosos actos oficiales puramente protocolarios. Pero en esta nueva etapa que se abre, y en la que en muchas ocasiones estará acompañado por la nueva Princesa de Asturias (especialmente en los actos oficiales), es importante que la opinión pública sepa que además de todo eso, el heredero tiene un trabajo concreto, que está sometido a un horario flexible y que cumple una función específica.

Las primeras apariciones de la pareja real después del largo viaje de bodas no han sido muy reconfortantes que digamos y nos espera un verano en Mallorca donde la imagen institucional estará muy ligada a la prensa rosa. Por eso resulta importante cuidar esas apariciones y prescindir al máximo del folclore y de las fiestas para centrarse más en lo profesional.

Aunque es difícil encontrar un cometido claro para quien en el futuro será el Rey de España, hay dos instituciones a las que el Príncipe puede dedicar parte de sus esfuerzos, teniendo en cuenta sus estudios académicos y universitarios y, sobre todo, su máster en Relaciones Internacionales por la universidad norteamericana de Georgetown. Me refiero al Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos y al Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), dependiente éste último del Ministerio de Economía.

El Instituto Elcano es una fundación independiente cuya tarea es servir de foro de análisis y discusión sobre la actualidad internacional y muy particularmente sobre las relaciones internacionales de España.

El instituto se constituyó el 27 de diciembre de 2001 con un objetivo fundamental: realizar un estudio exhaustivo de los intereses de España y de los españoles en la sociedad internacional, para ponerlo al servicio de la comunidad. Su pacto fundacional vincula al Gobierno, a la oposición y a las empresas multinacionales y sus informes, documentos de trabajo y análisis se han convertido, de hecho, en un referente importante para la toma de decisiones y formación de opinión para las principales multinacionales e instituciones de España, incluida la opinión pública.

Además cuenta con la ventaja de que desde su fundación la presidencia de honor la ostenta precisamente el Príncipe.

Ahora que el instituto esta pendiente de algunas reformas y renovaciones, sería el momento de profundizar en su independencia y de dar un papel más activo y ejecutivo a quien es el presidente de honor.

En cuanto al Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) habría que decir que es el mejor observatorio de la proyección comercial de España, de los productos españoles y de los proyectos de inversión o cooperación internacional de las empresas nacionales.

Dispone de medios financieros, materiales y humanos propios y tiene oficinas económicas y comerciales en la mayoría de las embajadas de España en el mundo.

En cualquiera de esas dos instituciones el papel del Príncipe de Asturias puede ser fundamental. Fundamental para el propio Príncipe, que irá conociendo una realidad diariamente cambiante y, fundamental también para la labor que desarrollan esas dos instituciones para las que, contar con el apoyo y el trabajo del heredero de la Corona fortalecería no sólo su prestigio, sino su eficacia.

El Príncipe en alguna ocasión ha comentado que el prestigio de la Corona para enraizarle en el pueblo es una labor cotidiana, de cada día. De eso precisamente se trata. No sólo de su "futuro profesional", sino del futuro de la institución, teniendo en cuenta que ese futuro tendrá que ganárselo quien acaba de empezar una nueva etapa, una etapa decisiva, de su vida.

*Periodista.