Quizá haya que mantener encendida la llama del proyecto de la Travesía Central Pirenaica para que sea un hecho dentro de varias décadas, porque ese es el periodo que --en el mejor de los casos--, necesita una infraestructura como esta para hacerse realidad. Por voluntad política (que en su momento optó por el eje mediterráneo), por los enormes costes económicos (en periodo de crisis europea) y hasta por la obra en sí, que exige unos 40 kilómetros de túnel. Habría que analizar si son necesarios foros que debaten proyectos tan a futuro.