La marcha del dimisionario Ruiz Gallardón ha sido acogida con alivio en Aragón. Fue capaz de poner de acuerdo a todos los sectores de la Justicia para criticar su gestión, e incluso el consejero Bermúdez de Castro ha mostrado reiteradas veces su discrepancias en público. De ahí que ayer el Ejecutivo autonómico guardara un conspicuo silencio y no emitiera una nota, como en principio valoró, enjuiciando la renuncia del ministro de Justicia.