El 34% de las llamadas que ha recibido el teléfono 112 SOS Aragón en los seis años que lleva funcionando son falsas, pero nunca hasta ahora el Gobierno de Aragón había castigado a los gamberros. Al fin se ha instalado una nueva aplicación informática que permite detectar con más claridad el origen de las llamadas, de manera que los graciosos habrán de pagar los gastos económicos que generen. La valoración de los gastos sociales puede ser intangible, pero no estaría de más que estos macarras que juegan con la vida de los demás cuando entretienen ambulancias de un lugar a otro pagaran un precio más alto.