Nadie quiere una central, ni un repetidor de móviles, ni nada. Nadie quiere nada cerca de casa. Ni una térmica, ni una eólica. Bueno, en La Muela han demostrado que los parques eólicos, la ciercera, dan para viajar, para becas, para golf y pisos. Nadie quiere un embalse. En Aragón hay ya demasiados pantanos, pero siempre son pocos. Guardar agua es la única forma de guardar electricidad en potencia. A veces los voltios que se producen se desperdician por el camino. Hay que usarlos enseguida, no pueden estar siempre de aquí para allá. De Jánovas a Lechago, pasando por esa herida de Yesa. José Ramón Marcuello ha escrito la historia de Fayón y su histórico despojamiento por el embalse de Mequinenza. Los expolios hidráulicos dan para muchos libros y muchos dvds. Nadie quiere una central cerca de casa, no. Ni una torre ni una línea de alta tensión. Estamos a medio colapsar, de Baqueira a Sevilla, por la calefacción o el aire fresco, las redes van al límite. El petróleo se autoinmola en sus excesos, Rusia le hace a la petrolera Yukos lo que Boyer le hizo a Rumasa. Lo bueno de ahora de España es que esos excesos ya no parecen posibles, lo bueno y lo malo, nunca se sabe.

El caso es que Occidente le ha hecho saber a Moscú que esas injerencias en la superempresa afectan al precio del crudo en todas partes, y también a la credibilidad del sistema ruso, le amenazan con eso de que si se agobia a los poderes nadie querrá invertir allí. El hombrico de lo de Enron se ha entregado a la guardia civil norteamericana. Enron no cesa. Sólo muta, como las legionelas, que cuando le ven el adn, ya lo ha cambiado tres veces. A Bush le han salido un par de rivales de cuidado para las elecciones, sin contar con Michael Moore y su película, que se puede bajar de internet junto con algunos cientos de bichos. Como Microsoft ha patentado la conductividad del cuerpo humano, ahora ya no podremos decir aquello de ¡ay, me ha dado una garrampa! Las garrampas ya tienen dueño. Ahora que se iba a inventar la central eléctrica íntima, autosuficiente, privada (la pila humana tipo Matrix , pero sin pinchos), va Microsoft y la patenta.

Con la energía que proporciona la mala leche matinal, la Eurocopa, la Romareda, los impuestos, etc... ya da para poner una lavadora. Hasta las garrampas nos han patentado.

*Periodista y escritor