El nuevo conseller de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Lluís Puig, lo dijo claro: si Aragón quiere los bienes religiosos de Sijena tendrá que ir con la Policía Judicial «y cargarlas». Queda claro, pues, que el Gobierno catalán se atrinchera con las obras de arte aragonesas y no cabe ni negociar más ni acudir más al juzgado porque no piensan cumplir. La jueza debería tomar nota y el Gobierno de Aragón exigirle ya, de una vez, que vaya la Policía. No caben más argumentos ni mayores dotes diplomáticos. Está todo dicho.