De las 380.410 colocaciones generadas en nuestra comunidad autónoma durante el 2003, en 73.085 se produjo alguna gestión por parte del Inaem (el servicio público de empleo de Aragón). Ello indica por una parte que la gestión del citado instituto está siendo relevante en lo que a la intermediación entre empresas y trabajadores se refiere; por otro lado, basta echar un vistazo a esas cifras ( ¡trescientos ochenta mil contratos en un solo año!) para comprender que sigue habiendo una extraordinaria y excesiva movilidad y precariedad laboral, lo cual todavía compromete más a las instituciones y exige de ellas una presencia activa y efectiva en el movedizo mercado laboral.

El Inaem está desarrollando también su función en la promoción de empleo mediante subvenciones directas y dando formación a los trabajadores, labores ambas esenciales. La creación de oportunidades laborales para aquellas personas que por sus condiciones pueden quedar fuera del mercado y el mantenimiento de líneas de capacitación técnica que cualifiquen la mano de obra son funciones imprescindibles si se pretende derrotar al paro en el marco de una economía dinámica. Son retos ante los que no cabe ni el conformismo ni la autocomplacencia.