Las mayores dudas que tienen los técnicos de Bruselas que han desaconsejado financiar el trasvase del Ebro, fueron despejadas ayer por el candidato del PP, Mariano Rajoy, en Zaragoza. Para los técnicos de la Unión Europea, el proyecto del Gobierno de Aznar no deja clara la viabilidad de la obra porque los beneficios que se le suponen están sobrevalorados, ya que se actúa sobre recursos limitados, pues el caudal del Ebro previsto para los próximos años no garantiza la posibilidad de trasvasar agua. Ayer mismo, en Zaragoza, Mariano Rajoy, en un gesto que le honra, reconoció que el Pacto del Agua que garantiza más calidad de vida y más agua para Aragón será el equivalente a seis trasvases del Ebro. Sin pretenderlo, Rajoy corroboró buena parte de los argumentos de quienes se oponen al trasvase: el Ebro, cuando esté terminado el Pacto del Agua, no garantiza ni de lejos los caudales que el Gobierno del PP está vendiendo en Levante.