Si no hay presupuesto no hay Gobierno. Da igual que se prorroguen los del año pasado, pero eso solo es una herramienta que afortunadamente existe para poder mantener el gasto corriente de la Administración. Estos días estamos oyendo que no se sabe qué pasará con los colegios que se están construyendo para el año que viene, con las necesarias obras de Filosofía, con todas las infraestructuras que están pendientes en Alcañiz, con las estrecheces de algunos centros de salud, o con todas las ayudas sociales. Lambán no está gobernando. Intenta sobrevivir pero su asfixia puede llegar a ser la de los aragoneses. Llevamos muchos meses paralizados, porque nada se puede hacer. El que gobierna es el que tiene que intentar aprobar el presupuesto y hay un parlamento para negociar. No cabe más alternativa. Si con Podemos y Echenique solo se pactó una investidura y una presidencia del Parlamento, la culpa no puede ser nunca de los aragoneses. No se puede oír más a Lambán y a Echenique diciendo las mismas frases. Ninguno cede nada. Pero el que gobierna es el que tiene que gestionar y se ha perdido ya demasiado tiempo.