Me confieso. Soy una gran defensora del programa Gran hermano. Con todos sus cambios, evoluciones, presentadores y ediciones que han ido mutando desde aquel famoso experimento sociológico, que defendía tan bien Mercedes Milá. El seguimiento de este programa en un canal de 24 horas es una autentica adicción. Podemos ver en directo los comportamientos más detestables y oscuros del ser humano y, aunque la violencia física es condenada de inmediato, todo lo demás está permitido. Y cuando digo todo lo demás, no me refiero solo a insultos, gritos, faltas de respeto y bullying.

Aunque los patrones se repiten, cada año nos sorprenden con alguna novedad. Tenemos siempre al débil que abandona solo empezar, la que pasa desapercibida para llegar a la final, la pareja que practica sexo debajo del edredón… y este año, subimos de nivel y aparece el animador de abusos sexuales. Así como lo leen. El tema sucedió de la siguiente forma. La dirección les organizó una fiesta con mucho alcohol. La concursante Miriam Saavedra se emborrachó. El concursante Asraf la ayudó a meterse en la cama y el concursante Omar Montes le animó a practicar sexo con ella. Ante la negativa de Asraf, que se comportó como un ser humano, Omar le dijo entre muchas otras lindezas: «¿Qué pasa, que no te gustan las mujeres? Si te lo está pidiendo».

Por suerte, las redes ardieron. Lo hicieron de tal forma que obligaron a la dirección del programa a actuar. Pero el programa actuó sin hacer nada. Solo preguntó a la audiencia a través de la aplicación si queríamos al chico nominado. No hubo la expulsión disciplinaria que esperábamos todos. Dejar que un energúmeno así, en un programa de máxima audiencia, tenga este comportamiento tan machista, que roza lo delictivo, tendría que tener una respuesta más dura que una simple nominación. Yo, como mujer, una vez más me siento desprotegida. Si cuando lo ven tres millones de espectadores no pasa nada, ¿qué le estamos diciendo a la sociedad? ¿Si bebo demasiado, viólame que nada va a suceder? Sería interesante, y muy necesario, saber qué piensa Mercedes Milá sobre este caso.

*Periodista