De bien nacidos es ser agradecidos, reza un conocido dicho, bien arraigado en la sabiduría popular. Sin embargo, no parece que el reconocimiento de los méritos ajenos se lleve demasiado a la práctica, sobre todo en el ámbito institucional y aún menos en vida del destinatario. Por tal motivo, me llena de orgullo que la ciudad que me vio nacer, Jaca, haya nombrado a Domingo Buesa como Hijo Adoptivo de la localidad, primera persona en recibir este título honorífico, como agradecimiento por su contribución a difundir la historia y tradiciones jacetanas.

Domingo Buesa ha ocupado numerosos cargos, en especial de rango académico, entre los que destaca su actual presidencia de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. A lo largo de su ya dilatada trayectoria, puede apreciarse un marcado interés por modernizar las organizaciones y círculos culturales e implantar en su actividad cotidiana el uso de las nuevas tecnologías, para cuya aplicación ha sido sin duda preciso vencer una secular reticencia. Por lo que respecta a las áreas más relacionadas con la Jacetania, Buesa, que siempre ha destacado como experto en la historia aragonesa, ha publicado numerosos trabajos orientados a dilucidar los orígenes del Reino de Aragón y, más específicamente, es autor de varias obras sobre la ciudad de Jaca, su historia y su entorno, dedicación en la que se fundamenta y por la que se ha hecho acreedor a un merecido nombramiento como Hijo Adoptivo. Quizá hoy más que nunca, se hace necesario que los conocedores e investigadores de la historia profundicen en su autenticidad y divulguen los hitos de nuestro pasado con rigor. Por fortuna no nos faltan tales eruditos para alumbrar nuestro futuro. Escritora