El mejillón cebra, uno de los desastres naturales de nuestros siglos, se está instalando en los embalses y ríos aragoneses. Una plaga cuya erradicación va a ser difícil sino imposible a pesar de los millones de euros que costará luchar contra él. El descubrimiento de algunas piezas en el pantano de Mequinenza ha disparado todas las alarmas en las administraciones involucradas y desde hoy mismo se van a buscar soluciones que impidan que esta peste se extienda e invada toda la zona, lo que causaría cuantiosas pérdidas económicas. La presa de Ribagorza ya sufre el problema desde hace años y algunas localidades, como Fayón, también.