Los sindicatos médicos y el Salud aragonés retomaron ayer las conversaciones para iniciar el acuerdo hacia la nueva carrera profesional y la homologación salarial. Todos volvían a sentarse juntos en una mesa de negociaciones después de la dura batalla que les enfrentó la pasada primavera en una huelga de especialistas, y más de uno se quedó de una pieza cuando la consejera de Sanidad, Luisa María Noeno, dijo en las Cortes de Aragón que su departamento no está obligado a negociar. El punto de encuentro partía ya con notables diferencias que eran la prueba palpable de que no va a ser fácil el entendimiento entre las partes, y la contundencia de la consejera no contribuye precisamente a allanar el terreno ni acercar posturas. Las declaraciones de Noeno --"si no hay acuerdo se sube el IPC, y ya está"-- sonaron a amenaza y tiempo les faltó a los sindicatos para apuntalar su nivel de exigencia. Hará falta mucha mano izquierda para reconducir la situación.