Por mucho que la máxima autoridad sanitaria de la pandemia del covid-19 en España, el zaragozano Fernando Simón, intentara ayer explicar las razones del cambio de mediciones y que provoca un desbarajuste de las cifras de las víctimas del coronavirus en nuestro país, hacen falta más aclaraciones. Cuando China cambió bruscamente un día los datos de sus fallecidos y sus contagiados, se justificó desde esta parte de Europa criticando su régimen político. Aquí, nos ha pasado ahora el mismo baile. Que se hayan contabilizado mal 2.000 muertos en España y que Sanidad quite de un plumazo 32 muertos en Aragón y deje de contabilizar 46 contagiados necesita una buena explicación. Máxime, cuando la DGA mantiene sus datos. No son lo de menos los números cuando se pone en duda si la actuación ha sido rápida y se critican algunas de las actuaciones políticas llevadas a cabo en este periodo.